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Qué tan comprometidas están las empresas con el cambio climático

Por: Sol Drincovich

El segmento corporativo tiene diferentes niveles de responsabilidad, según su actividad y tamaño, en la contaminación ambiental a partir de la huella de carbono que generan con su operación. Pero, ¿tienen todas el mismo interés y compromiso para implementar estrategias para minimizar ese impacto? Un panorama actual de esta situación y las acciones que llevan adelante diversas compañías de nuestro país.

La emisión de gases de efecto invernadero alcanza límites alarmantes. Esta situación está impulsando la
toma de conciencia por parte de una gran número de empresas que, por la demanda de los consumidores y socios estratégicos, la presión de los inversores, e incluso la percepción del cambio climático como una amenaza para el negocio, están acelerando la acción climática.
Convertirse en empresas carbono neutrales o “net zero” implica, como primera medida, calcular las
emisiones de dióxido de carbono (CO2) que generan con su actividad, para tener un panorama de
donde están paradas. Sin embargo, no todas son conscientes del impacto que generan y ni toman acciones para compensarla. Las que si lo hacen entienden que el cambio climático es una de
las principales amenazas para el negocio e implementan estrategias de valor para mitigarlo.
En Argentina, solo el 41% de las compañías realizan acciones para medir su huella de carbono, según
señala el estudio “Huella de Carbono en Empresas Argentinas”, del Pacto Global.

En ese sentido, otro estudio del organismo con la colaboración de Accenture, advierte que los
altos ejecutivos corporativos, están comenzando a ver con preocupación, problemas globales
como el cambio climático o los conflictos sociopolíticos que, tradicionalmente, se encontraban fuera su esfera.


Por qué es importante que las empresas reduzcan su huella

A pocos años de llegar al 2030, fecha pactada por la “Agenda para el Desarrollo” de las Nacio nes Unidas para alcanzar sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible -los ODS- el 43% de los CEO indicó que el entorno geopolítico dificultó sus esfuerzos para realizar acciones de sostenibilidad, indicador que alcanza el 51% en países en vías de desarrollo.
No obstante, el 66% de los directivos destacó que sus empresas participan en asociaciones estratégicas de largo plazo para construir resiliencia, están reconfigurando cadenas de suministro subyacentes, capacitando a sus colaboradores y reevaluando su relación con los recursos naturales.
“El 63% lo hace a través de nuevos productos y servicios para la sostenibilidad, un 55% mediante la recopilación de datos sobre sostenibilidad en sus cadenas de valor y un 49% invierte en fuentes de energía renovable. Casi la mitad (49%) está transitando hacia modelos de economía circular y el 40% está incrementando la financiación en I+D+i para la innovación sostenible”, señala el estudio.

En diálogo con Fonres, Rodolfo Tarraubella, presidente de Fundación EcoConciencia, es taxativo: “avanzar en los temas de cambio climático y cuidado de los ecosistemas, es crucial para la vida en el planeta, si el riesgo de colapso del ecosistema se hace realidad en 10 años, desaparecería la humanidad”. En el Reporte de Riegos Globales 2024 del Foro Económico Mundial que se reunió en DAVOS, el Cambio Climático ocupa el segundo lugar de las principales preocupaciones a dos años y el primer lugar en el escenario a 10 años. “De ahí la desesperación para comunicarlo, pero la sociedad en su conjunto está en una egación de gran calibre por la angustia que genera”, agrega Tarraubella.

Qué tan comprometidas están las empresas argentinas


Las acciones climáticas a nivel corporativo varían según el tamaño de las compañías. En ese sentido, Tarraubella destaca que entre el 75 y 85% de las grandes empresas argentinas tienen un programa dirigido a reducir su huella de carbono al que le dan cumplimiento, ya sea aplicando eficiencia de procesos, de logística o acciones para reducir el consumo energético.
Otras compañías -aunque en menor proporción- también recurren a la compra de bonos de carbono para compensar su huella. “A su vez, en general, hacen público su programa climático mediante sus reportes de sostenibilidad donde utilizan el formato GRI, Global Reporting Initiative”.

Dentro de la esfera de las pequeñas empresas, las prácticas para reducir la huella de carbono están menos difundidas y solo entre el 20 o 25% tiene algún programa en marcha. Para Tarraubella, en general, las empresas implementan programas que buscan no solamente minimizar la huella de carbono, sino también achicar los costos y reducir energía. Algunas de las estrategias clave que desarrollan
en este sentido incluyen: programas de eficiencia energética, de eficiencia logística, contratos de compra de energía renovable, programas de domótica y automatización con sensores, de conversión de metano a energía, producción de energía con estiércol en granjas porcinas, instalación de plantas de energía renovable en techos de fábrica y, muchas organizaciones agropecuarias también están cambiando las rutinas culturales del suelo. Maribel Alvarado, gerenta de Calidad, Seguridad y Ambiente de Celsur, empresa de servicios logísticos, explica que contar con algún tipo de certificación de Norma ISO ya no es suficiente, sino que es necesario prestar servicios más sustentables. “Esto también es algo que nos
están pidiendo nuestros clientes, que implementemos proyectos para la reducción de huella de carbono y la economía circular, en muchos de los procesos que nosotros trabajamos con ellos”, agrega Alvarado.

Publicado en Revista Fonres

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